En el Golfo de México viven algunos peces, tortugas y tiburones en peligro de extinción que nadaban en la Sonda de Campeche, zona pesquera y petrolera, durante la fuga de metano en un ducto de Pemex que provocó el segundo incendio en una década.
Ciudad de México, 7 de julio (SinEmbargo).– La escena del fuego sobre el mar cerca de una plataforma de Petróleos Mexicanos (Pemex) causó sorpresa. Pero el reciente "ecocidio" en el Golfo de México, una de las zonas con la más vasta biodiversidad marina, fue sólo una muestra de la insistencia del Gobierno de México en basar su política energética en los fósiles, incluyendo proyectos en aguas profundas a pesar del alto riesgo que implica para los trabajadores y los ecosistemas marinos, coincidieron organizaciones.
Mientras ciudades de Estados Unidos y Canadá registraban olas de calor históricas derivado de la crisis climática, ocasionada por las energías sucias a las que puesta México, el viernes pasado Pemex producía crudo en el complejo Ku-Maloob-Zaap, el cual representa el 40 por ciento de los 1,68 millones de barriles diarios producidos por la empresa pública y que en 2021 se le asignó una inversión por 51 mil 363 millones de pesos, un 24 por ciento más que en 2020. Este proyecto de hidrocarburo junto con el de Cantarell es el que más recursos recibe.
Pero de las 5:15 horas a las 10:45 horas del 2 de julio, se registró un incendio tras una fuga de gas metano en un ducto marino ubicado a 150 metros de la plataforma satélite KU-C en la Sonda de Campeche, una zona petrolera y pesquera con más de 100 especies marinas, algunas en peligro de extinción. La petrolera, beneficiada con el aumento del presupuesto federal cada año, explicó en un comunicado que el gas fugado del gasoducto de bombeo que alimenta los pozos de la plataforma Ku-C salió del fondo del mar a la superficie y, dada la presencia de descargas eléctricas y fuertes lluvias, se produjo el fuego.
Organizaciones como Greenpeace México, Iniciativa Climática de México, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), entre otras, acusaron que es "una empresa insostenible tanto económica como social y ambientalmente" porque tiene infraestructura "muy vieja" cuya operación ha bajado significativamente el rendimiento, lo que provoca emisiones de metano, un gas más contaminante que el dióxido de carbono.
"La ola de calor sobre Canadá con temperaturas hasta de 50 grados es un indicativo del clima que se dará en caso de seguir emitiendo gases de efecto invernadero, y el caso específico de la fuga del ducto de Pemex es particularmente gas metano, el cual tiene una capacidad veinte veces más de retener el calor en la atmósfera [que otros GEI]", dijo Daniel Chacón, especialista de energía y crisis climática de Iniciativa Climática México.
En 2020, documentaron las organizaciones en un pronunciamiento en conjunto, las emisiones de gases de efecto invernadero de la petrolera aumentaron 12.5 por ciento. Por sus actividades de extracción y refinería, Pemex ocupa el tercer lugar entre las empresas petroleras con mayor riesgo ambiental del planeta y es la novena compañía del sector que genera mayores emisiones de metano y dióxido de carbono a nivel mundial.
"La operación de Pemex es altamente descuidada sin una política para evitar emisiones de gas metano tanto por fugas como las crónicas detectadas en Tabasco, lo que nos está llevando a un descontrol climático. Aunque parezca un contrasentido, la fuga de metano quemándose sobre el mar fue menos peor que este gas se vaya directo a la atmósfera", comentó Chacón. "Otras petroleras ya están llevando a cabo acciones de mitigación con políticas de transición hacia energías limpias".
Pablo Ramírez, investigador de energía y cambio climático de Greenpeace México, abundó que se debe perseguir una transición energética que no se limite sólo a cambiar de plantas termoeléctricas a parques eólicos que afecten a las comunidades, sino que sea basada en la demanda e integración de los habitantes.
"Las energía renovables tienen una gran virtud con respecto a las demás y es que se pueden descentralizar para llevarlas donde está el recurso y el consumo; pueden funcionar en manos de personas dueñas del territorio", aseveró.
DAÑO A ECOSISTEMA MARINO
Pemex, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) y el Presidente Andrés Manuel López Obrador han enfatizado que el incendio de cinco horas en el ducto marino no ocasionó heridos ni un derrame de crudo sobre el Golfo de México.
La Secretaría de Medio Ambiente, María Luisa Albores González, descartó que hubiera un daño al ecosistema marino por el cierre de válvulas y la ausencia de derrame, pero esta semana personal acudirá a inspeccionar la zona.
"Fue sumamente irresponsable declararlo a destiempo antes de un análisis a profundidad transparente y respaldado con ciencia. La literatura es muy clara en cuanto a lo que las concentraciones de metano y el aumento de temperatura en el agua pueden hacer en las especies, las cuales [en la región del Golfo de México] están en peligro de extinción como el tiburón martillo, varias tortugas y peces", dijo Pablo Ramírez Granados, especialista en Energía y Cambio Climático de Greenpeace México.
La Sonda de Campeche es un área marítima con una alta diversidad biológica entre camarones y peces como la mojarra que sustentan la actividad pesquera que genera fuentes de empleo e ingresos económicos para las comunidades ribereñas. A la par, en esta zona se registra actividad petrolera, donde se extrae alrededor del 82 por ciento de la producción nacional de este hidrocarburo, observó el Atlas de Justicia Ambiental con información gubernamental y de la Federación de Sociedades Cooperativas Ribereñas “Rebeldes de la Caleta”; Federación “Pescadores Unidos del Carmen”, entre otras cooperativas que no recurren a la dañina pesca de arrastre.
Ramírez, de Greenpeace México, agregó que, además de su importancia en la pesca, los ecosistemas marinos son cruciales contra el cambio climático por absorber gases de efecto invernadero como el metano o el dióxido de carbono, por lo que dañarlos tiene implicaciones en la liberación de estas emisiones captadas.
Un estudio sobre biodiversidad en la zona publicado en 2009 por el Instituto Mexicano del Petróleo, la UNAM y la UAM plantea que las operaciones de exploración y extracción de hidrocarburos fósiles en la Sonda de Campeche causan reducción o permanente remoción de plantas acuáticas, por las operaciones de dragado, apertura de canales, instalaciones de oleoductos y plataformas.
En caso de derrames accidentales de hidrocarburos fósiles, añade, la biodiversidad tanto del fitoplancton como del zooplancton marino (alimento de animales más grandes) se reducen, aunque su equilibrio se restablece en un plazo aproximado de 40 días cuando el efecto adverso desaparece.
Ambas actividades, la petrolera y pesquera, subsistieron durante años en este mismo espacio marítimo. En 1980 el Instituto de Ciencias del Mar de la UNAM detectó 100 especies marinas pertenecientes a 46 familias, entre ellas, el tiburón cabeza de pala, róbalo blanco, pez lagarto costero, raya amarilla, anguila cola negra, sardina escamuda, caballo de mar, pez murciélago, rémora rayada, biajaiba, mojarra plateada, atún rojo y pez mantequilla.
Aunque 15 especies de diversas familias se consideraron típicas de la comunidad por su distribución, frecuencia y abundancia, incluyendo peces como el anchoveta rabo amarillo, corvina plateada, serrano, patudo del Atlántico, lenguajo arenoso, lengua gris, lagarto playero, mojarrita española y botete grande.
Sin embargo, desde 1996 Pemex —que opera más de 100 plataformas petroleras en la zona— prohibió la pesca en casi 600 kilómetros cuadrados, zonas consideradas de alta productividad pesquera.
Sumado a esto, plantea el Atlas de Justicia Ambiental, las operaciones extractivas de petróleos han afectado al ecosistema marino al grado de disminuir las capturas de los pescadores en los últimos 20 años. Hartos, el 27 de abril de 2015, cientos de pescadores ribereños bloquearon un tramo de la vía que comunica a Champoton y Ciudad del Carmen en Campeche para exigir a Pemex 500 millones de pesos por los daños causados a la actividad pesquera.
TOPE A EXTRACCIÓN DE CRUDO
Ante el incidente en el Golfo de México que causó críticas incluso de la activista ambiental Greta Thunberg, el Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que Pemex, la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat) y la Fiscalía General (FGR) se encargarán de reparar los daños, y, como en contadas ocasiones, se comprometió a impulsar alternativas para no depender de combustibles fósiles.
"Estamos avanzando para no depender de recursos no renovables; tan es así, que ya se puso un tope a la extracción de crudo. No vamos a extraer más de dos millones de barriles diarios, vamos a terminar el sexenio con la mitad de extracción del sexenio de [Vicente] Fox", destacó en la conferencia matutina de inicio de semana. "Esto ayuda mucho a contribuir para evitar lo del cambio climático".
Ante estas declaraciones, los colectivos antes referidos exigieron a su Gobierno, además de la reparación del daño ambiental por este incendio, el cese en los planes de extracción en aguas profundas y de expansión petrolera a través de la refinería Dos Bocas y la compra a Shell de otra; así como prohibir por escrito el fracking.
Al mismo tiempo, se debe cumplir con la obligación de la Ley de Transición Energética de aumentar la participación de energías renovables, principalmente a escala comunitaria y urbana para no afectar el territorio.